martes, 28 de enero de 2014

Análisis de la Estructura Tributaria del Perú


Para un mejor entendimiento de la estructura tributaria del país, es necesario definir que se considera un tributo. Según el estado peruano  existen tres tipos de tributos los cuales son: Los impuestos, tasas y contribuciones. Los impuestos  se caracterizan por qué no originan una contraprestación  directa en favor del contribuyente por parte del estado[1]. Las contribuciones se caracterizan por  que estas están destinadas a financiar obras públicas o actividades estatales[2]. Las tasas se caracterizan por generar contraprestaciones a favor del contribuyente por parte del estado[3].  Este análisis considera que cualquier exacción coactiva (tenga o no contraprestación) por parte del  cualquier dependencia del estado (gobierno central o gobiernos locales) que disminuya el patrimonio y/o la renta de un sujeto económico (individuo u empresa) debe ser considerado un impuesto.

El gobierno de la  Republica del Perú,  como todo estado capta ingresos fiscales a través de los impuestos que impone como gobierno central, tanto a individuos como a empresas privadas. Según el Banco Central de Reserva  del Perú (BCRP), el año 2012 el estado logro recaudar mediante la Superintendencia  Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT)  84,079 millones de nuevos soles en todo el país.


Gráfico 1

Fuente: BCRP 2013
Elaboración: Propia


El Gráfico 1, muestra la evolución de de la recaudación nacional si bien la serie evidencia un comportamiento creciente  y los valores parecen ser relativamente grandes, según las estimaciones del BCRP esta podrían llegar a ser el 16%[4] del PBI.
Pero no solo el nivel de recaudación es importante, sino la estructura tributaria es la que debería cobrar una mayor importancia para el análisis. La mayor parte de los ingresos tributarios totales que percibe el gobierno central provienen de los impuestos, su participación aproximada durante el año 2012 es de 88%, las contribuciones sociales (Essalud, ONP, Asistencia previsional) representan 11% y el 2% restante corresponde a ingresos no tributarios, que casi en su totalidad son captados del sector minero (regalías y gravámenes especiales)



Gráfico 2
Fuente: SUNAT
Elaboración: Propia


Los impuestos pueden ser divididos en dos tipos, los impuestos directos y los indirectos. Los impuestos directos gravan directamente la riqueza de los individuos, mientras que los impuestos indirectos gravan al consumo, recayendo en el costo de algún bien o servicio.
Dentro de los impuestos directos se encuentra el Impuesto a la Renta (IR) en todas sus categorías. Por otra parte,  en los impuestos indirectos encontramos el Impuesto General a las Ventas (IGV), el Impuesto  Selectivo al Consumo (ISC) y otros impuestos al consumo. El IGV como su nombre lo dice, es un impuesto que grava a todas las ventas de productos o servicios que realizan las empresas formales dentro de la economía, actualmente la tasa a la cual están afectas las ventas es del 18%. Asimismo, el ISC grava la venta en el país (productores e importadores) de bienes como combustibles, vehículos, bebidas alcohólicas, cigarrillos, agua gaseosa y mineral, artículos de lujo, juegos de azar y apuestas. Las tasas que gravan fluctúan entre el 0% y 50%, dependiendo del bien o servicio prestado[5].
 El año 2012, la mayoría de de los ingresos tributarios (61%) provinieron de impuestos indirectos y  resto (39%) provino de impuestos directos.


Gráfico 3
Fuente: SUNAT
Elaboración: Propia


La mayor parte del impuesto a la renta que se recaudo (56%), corresponde  a la tercera categoría en la cual se encuentran las empresas privadas formales. El segundo mayor componente del impuesto a la renta corresponde a la quinta categoría (19%) en la cual están todos los trabajadores dependientes de las empresas privadas. Es decir, los trabajadores que están correctamente empleados por las empresas formales.
Es importante resaltar, que dentro del impuesto a la renta (39%) que se recauda de las empresas 6% corresponde a las pequeñas y medianas empresas, el 33% corresponde las grandes empresas ( 14% proviene de  los Megas, 9% de los Top y 10% de otros principales contribuyentes)[6]. Es decir, que las 254 empresas más grandes que se tributan en el país (54 Megas y 200 TOP) aportan cerca del  18% de los ingresos tributarios.

En el caso de los impuestos al consumo y a la producción  la mayor parte de este (90%) corresponde a lo recaudado mediante IGV y el  resto corresponde mayoritariamente al ISC. Si entendemos el panorama global de la recaudación nacional descansa sobre la presión tributaria que ejerce el estado hacia los contribuyentes formales, entendiendo como formalidad a las empresas (y/o individuos) que declaran correctamente la totalidad de sus ingresos y a los trabajadores dependientes de las mismas empresas formales.
La situación actual de la recaudación empeora, cuando se tiene en cuenta la extremada focalización de la recaudación. Lima Metropolitana aporta el 82% de los ingresos tributarios y ningún otro departamento logra superar el segundo mayor aporte que corresponde a la de los departamentos de La Libertad y Piura,  que aportan cada uno 2%[7], durante el año 2012.
A partir de esta descripción de la estructura tributaria se pueden sacar algunas conclusiones del sistema actual.

Una primera conclusión es que dentro de la estructura tributaria actual, la mayor importancia la tienes los impuestos indirectos y la menor importancia corresponde a los impuestos directos. Los estudios[8] demuestran que los impuestos indirectos tienden a ser regresivos, mientras que los impuestos directos tienden a ser progresivos. Por la actual composición del sistema tributario, este tendería a ser sistema regresivo[9].

Además, aparte  de Lima Metropolitana existen otros departamentos los cuales tiene un gran dinamismo comercial. Los datos obtenidos revelan que existe una gran presión tributaria en las empresas formales domiciliadas en Lima, si no existiera informalidad la participación de de cada departamento dentro de la estructura tributaria del país, tendría que ser proporcional a su participación dentro del PBI. Esta comparación evidencia la inmensa erosión tributaria que ocasiona la informalidad. Esta menor captación de ingresos repercute fuertemente en el financiamiento de servicios públicos adecuados, limitando el presupuesto para la inversión en infraestructura pública, y todos los medios necesarios para mejorar el bienestar social.

La política fiscal debe cumplir con un rol estabilizador (ser expansiva en recesiones y  ser contractiva cuando el ciclo económico experimente una expansión) y también debe cumplir con un rol de promover la equidad. Para lograr sus objetivos distributivos la política fiscal posee dos instrumentos, los impuestos y el gasto público. Los efectos que tiene la actual recaudación son mínimos. Una recaudación endémica no es capaz de solventar las necesidades de gasto que necesita un país que quiera crecer, no solo en el aspecto económico, sino en el aspecto distributivo. La baja recaudación impide financiar las prioridades del gasto público: educación, salud e infraestructura. Si bien, en los últimos diez años la recaudación ha mejorado considerablemente, esa mejora no es fruto de un mejor sistema tributario, ni mucho menos de una mejor administración tributaria, es fruto de la mayor presión a la que están expuestas las empresas privadas. Esta mayor presión desincentiva a que las empresas privadas se  mantengan en la formalidad, aumenta la tasa de mortalidad de las empresas privadas y desincentiva la inversión  extranjera en el país. Empujando cada vez  que  más empresas privadas se mantengan en la informalidad y puedan proteger la integridad de su patrimonio e ingresos. La empresa privada está expuesta a una alta tasa de impuestos y en contraparte recibe unos servicios públicos los cuales no están al mismo nivel que su tributación. Limitando más aun el crecimiento de la actividad empresarial del país.

Para mejorar la actual estructura tributaria del país, considero que el primer problema a tratar debe ser la informalidad que se experimenta. Si se logra controlar y reducir la informalidad sería posible aumentar la  recaudación total incluso reduciendo los niveles de impuestos. Puesto a que la menor recaudación individual, debida a menores tasas de impuestos podría ser compensada con la mayor cantidad de contribuyentes  que entren al sistema. Actualmente, no se puede asegurar a ciencia a cierta  que si las tasas de impuestos bajen, la recaudación aumente, puesto al alto nivel de informalidad esa relación podría no concretarse.  Algunos autores consideran que presión tributaria deberá  ocurrir como consecuencia del crecimiento económico, esto liberaría un poco la  carga a las empresas formales, pero no habría los suficientes recursos para mejorar los servicios públicos, sin considerar que volver a la recaudación volátil y dependiente del ciclo económico, en especial con las actividades relacionadas a la minería.

 La medida ideal sería elevar la recaudación de impuestos permanentes (no volátiles) de manera sostenida y gradual, mediante la ampliación de la base tributaria (la cantidad de contribuyentes), no vía elevación de impuestos.  Además, de reducir la informalidad, es necesario simplificar los ciertos regímenes tributarios. Eliminar impuestos que tengan una mínima o nula recaudación. Una reducción gradual del IGV y de los Impuestos de Promoción Municipal (IPM). También es necesario implementar una nueva estructuración del impuesto a la renta de personas naturales, generando deducciones razonables en caso tengan gastos en educación, salud y cargas familiares. Reestructuración del  Impuesto Selectivo al Consumo, cambiar las tasas para desincentivar la contaminación y la desventaja  que ocasionan. Descentralizar la carga tributaria a lo largo de los departamentos del Perú, para esto debe ser necesario fortalecer las administraciones tributarias locales e implementar Servicio de Administración Tributaria (SAT)  en ciudades las cuales tiene un gran dinamismo comercial.







Biografía

  •       BANCO CENTRAL DE RESERVA DEL PERÚ (BCRP), Sitio web del BCRP. (Fecha de Consulta 7 de Setiembre de 2013)
  •        SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE ADUANAS Y ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA (SUNAT), Sitio web de SUNAT. (Fecha de Consulta 7 de Setiembre de 2013)
  •        MINISTERIO DE ECONOMÍA Y FINANZAS (MEF) Sitio web del MEF. (Fecha de Consulta 7 de Setiembre de 2013)
  •        ARIAS, Luis (2011) Política tributaria para el 2011 -2016. Lima: Centro de Investigación Económica y Social (CIES)






[1]Cfr.  MEF 2013
[2] Cfr. MEF 2013
[3] Cfr. MEF 2013
[4] Cfr. BCRP 2013
[5] Cfr. SUNAT 2013
[6] Cfr. SUNAT 2013
[7] Cfr. BCRP 2013
[8][8] Cfr. Arias 2011:16
[9] Cfr. Roca y Villela 2006 En: Arias 2011:16